domingo, 1 de mayo de 2016

PERSONAS NO LLEVA ACENTO

Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".

Friedrich Gustav Emil Martin Niemöller

El pasado Jueves 28 de abril, la Dirección de la empresa reunió a los representantes de Tecnocom (RLT) para presentarnos su plan sobre el “ACENTO EN LAS PERSONAS” (sic).

Entre la habitual cantinela de la “modernidad neoliberal”, nos soltaron una frase que deja claro dónde van a “poner el acento”: no podrán subiros el salario porque entonces empeoraría vuestra empleabilidad y seríais muy caros para tal o cual proyecto.

Cuéntaselo tú a la compañía de la luz, del gas, a tu operador de telefonía, o al comprar el pan, que no te suban los precios ya que tu empresa se ha visto obligada a congelarte el salario para no perjudicar tu empleabilidad haciéndote más caro.

De forma que eso que se ahorran hace que el proyecto sea más rentable para la empresa y esos beneficios habrá alguno que se los lleve a Panamá. Te preguntarás. “¿Y qué hay de lo mío?” ¿De verdad piensas que les importa?

El resumen es claro y ya lo conocéis. Esta empresa no quiere negociación colectiva. Piensan en el crecimiento y desarrollo profesional, selectivo y sin asegurar igualdad de oportunidades, como único medio para que los profesionales cobremos más. Nada de “café para todos”, ni “mochilas”, como ellos lo llaman y que la ley denomina derechos colectivos, sino que sólo concederán “premio” a aquellos que “se esfuerzan” según la opinión subjetiva de los capataces.

Lo que quieren es un colectivo sumiso, dispuesto a tragar con todo y basado en el peloteo. Y con un mensaje subliminal: El profesional que quiera mejorar compatibilizándolo con sus derechos siempre tiene la oportunidad de irse a otro lado.
Cambiarán derechos por acuerdos entre las partes, tomándoos de uno en uno. Así, si una de las partes (la empresa) cambia de parecer y rompe el acuerdo, te quedas sin ese derecho que ahora pretenden presentarte como un algo acordado.
Juegan al “divide y vencerás”, os encerrarán en un despacho uno a uno, os propondrán firmar acuerdos unipersonales renunciando así a los derechos colectivos.

Más te vale que no caigas en desgracia, pues no tendrán más que dar por finalizado ese acuerdo personal.

No lo plantean como una mejora y un añadido a tus derechos colectivos sino como una sustitución de los mismos. Por eso, cuando nos hablan de su acento en las personas nosotros les decimos que personas no lleva acento.





Nosotros creemos en la negociación colectiva realizada por la Representación Legal de los Trabajadores y la publicación en el B.O.E del Convenio Colectivo, como es de ley.