Recuerda que estas novelas ficticias están escritas dentro de este apartado:
Te voy a proponer un juego. Mira es muy fácil, voy a
establecer un sistema para imputar horas y tú vas imputando cada semana los
códigos de los PEPs a los que te dedicas y las horas que imputas a cada uno.
Eso sí, cuando imputes horas al código que hemos creado de “Paro” te despido.
¿Estamos?
“Venga vale, juego.”
¿A que te crees que va a imputar cada empleado los códigos?
A cualquier cosa menos a Paro. Si te dan una herramienta para que tú mismo te
hagas el Harakiri y te suicides, ¿la usarías?.
Total, que se ha creado una trama descomunal con un mercado
gris de tráfico de influencias con la mitad del personal mendigando horas y la
otra mitad haciendo encaje de bolillos concediéndolas de otros proyectos, pero
que el jefe de mi jefe ni el comercial de ese otro proyectos no se enteren de
que te las he dado, ¿eh?
Un sistema demencial en el que lo de menos es llevar el
soñado control de costes por el que nace este chiringuito. Ahora se trata de
diluir las horas de los compañeros que me caen bien y medio bien buscando
proyectos de debajo de las piedras para que queden mas o menos desapercibidos y
no les despidan, y si no existen esos proyectos ya lo maquillamos con los
mantenimientos, pero que no se entere nadie. Y cuando se acabe la música, los
que no tenían trato conmigo se quedarán sin silla, “ahh, se siente”. Qué
locura, qué despropósito. Haber elegido susto.
Nos llevamos las manos a la cabeza cuando vemos lo de
Bárcenas y los casos de corrupción que saturan los telediarios, pero no veo que
seamos tan diferentes. Ellos trapichean con montañas de dinero, mientras que
nosotros trapicheamos con imputación de horas. Quien esté libre de pecado que
tire la primera piedra. Nuestros mecanismos de corrupción se basan en engañar
al sistema con el único objetivo de que no te indiquen la casilla de salida, y
que el jefe de tu jefe no se entere de los tejemanejes que has usado para
conseguir no imputar horas a Paro. ¿Y qué hay de vender, o de desplegar los
proyectos con un mínimo de calidad?, No, no te equivoques, ya te lo explicó el
soldado Ryan, se trata de mirarnos el ombligo para escapar de las
penalizaciones internas, poco importa el exterior y ya nadie mira hacia fuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario